Enclavado entre altas paredes pobladas de pinos, matas, retama y lentisco, es caló des moro es una preciosa cala de arena, salpicada de grandes rocas. Esta fisonomía se altera según la intensidad de los temporales, ya que las corrientes marinas arrastran el limo bajo el mar, eliminando el espacio destinado a solárium.
Su belleza atrae a muchos visitantes aunque su difícil acceso no se lo ponga fácil. Es recomendable ir entre semana o muy temprano para no encontrarla masificada.