Una de las playas vírgenes más grandes de Mallorca, alejada de cualquier núcleo urbano, solo tiene en sus proximidades el Faro de Cap Salines. Se trata de un arenal mojado por aguas turquesas y cristalinas de poca profundidad, ideal para tomar largos baños relajantes, mientras se aprecia la silueta del archipiélago de Cabrera. Sus alrededores se forman por un fabuloso y prístino sistema dunar y barreras rocosas, así como algunos vestigios de la guerra civil española.
Es una playa totalmente virgen en la cual no se pueden encontrar ningún tipo de servicios, aunque si se podrá encontrar gran paz y tranquilidad, pero si requerirá de una caminata para llegar hasta ella.
No
De la playa
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