Se divide en dos playas: s’Amarador y Mondragó, ambas espectaculares. Su arena fina y las aguas poco profundas la convierten en una playa perfecta para los más pequeños. En la parte posterior existe un humedal habitado por anguilas, serpientes de agua y aves.
A Cala Mondragó se puede llegar directamente en coche o desde la playa de s'Amarador a pie que es más aconsejable porque hay más plazas de aparcamiento.
Sí
De la playa
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