El Caló d’en Busques tiene uno de los puertos pesqueros naturales más protegido del archipiélago. Recorriendo estas dos calas podréis admirar los llaüts, la lonja, las pequeñas casas de los pescadores, las redes secándose al sol, los varaderos artesanales y las pocas casitas de piedra que continúan en pie.
Este accidente geológico acantilado es uno de los más largos, angostos y protegidos del mar abierto de Illes Balears.
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De la playa
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